Este pastel de almendras con una capa de ciruelas es un postre ideal para disfrutar en familia o con amigos. La textura suave y ligeramente esponjosa de la almendra combina perfectamente con la dulzura y acidez de las ciruelas, creando un equilibrio de sabores que encantará a todos. Es un pastel sencillo de preparar, ideal para ocasiones especiales o para acompañar un café en la tarde.
Preparar las ciruelas: Lava y deshuesa las ciruelas. Córtalas en mitades o en cuartos, dependiendo del tamaño de cada fruta.
Mezclar con azúcar y limón: Coloca las ciruelas en un bol y añade el azúcar, el jugo de limón y la canela si decides usarla. Mezcla bien y deja reposar mientras preparas la masa del pastel. Esto ayudará a que las ciruelas suelten un poco de jugo y se impregnen del azúcar.
Precalentar el horno: Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde de unos 22 cm de diámetro. Puedes utilizar mantequilla o cubrir el molde con papel para hornear.
Batir la mantequilla y el azúcar: En un bol grande, bate la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Este paso es importante para que el pastel tenga una textura ligera.
Agregar los huevos y la vainilla: Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Incorpora la esencia de vainilla y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Incorporar las harinas: Añade la harina de almendra y la harina de trigo tamizada junto con el polvo de hornear y la sal. Mezcla suavemente con una espátula o una cuchara de madera hasta que los ingredientes secos estén bien integrados, evitando batir en exceso para no endurecer la masa.
Verter la mitad de la masa en el molde: Coloca la mitad de la masa en el fondo del molde preparado y extiende uniformemente con una espátula.
Añadir las ciruelas: Coloca una capa de ciruelas sobre la masa, cubriendo bien toda la superficie. Asegúrate de que queden distribuidas de manera uniforme para que cada porción tenga un poco de fruta.
Cubrir con el resto de la masa: Vierte la masa restante sobre las ciruelas y alísala con la espátula. Si algunas ciruelas quedan visibles, está bien; esto le dará un toque rústico al pastel.
Hornear: Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante unos 40-45 minutos, o hasta que el pastel esté dorado y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Enfriar: Saca el pastel del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, desmolda con cuidado y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Decorar (opcional): Puedes espolvorear un poco de azúcar glas sobre el pastel para darle un toque decorativo. Otra opción es añadir unas almendras laminadas tostadas en la superficie.
Servir: Corta el pastel en porciones y sírvelo solo o con una cucharada de crema batida o helado de vainilla.
Mantequilla a temperatura ambiente: Asegúrate de que la mantequilla esté blanda pero no derretida para obtener una textura ligera en la masa.
Uso de harina de almendra: La harina de almendra aporta un sabor y una textura únicos, además de hacer que el pastel sea un poco más húmedo y aromático.
Ciruelas frescas: Si es posible, utiliza ciruelas frescas de temporada para un sabor más intenso y natural. Si no tienes, puedes usar ciruelas en conserva, pero asegúrate de escurrirlas bien.
Conservación: Este pastel se mantiene fresco hasta 3 días en un lugar fresco y seco, cubierto con un paño o en un recipiente hermético.
Variantes de la receta: Prueba esta receta con otros frutos como duraznos, peras o manzanas para darle un toque diferente. La combinación de almendra con frutas es versátil y siempre deliciosa.
La almendra aporta una textura y un sabor característicos que complementan muy bien la acidez y dulzura de la ciruela. Además, la combinación de ambas crea un equilibrio de sabores que hace de este pastel una opción única y especial.
Con crema de almendra: Acompaña cada porción con una crema hecha a base de leche de almendra para intensificar el sabor.
Espolvoreado de canela: Para un toque especiado, añade un poco de canela molida antes de hornear o sobre el pastel terminado.
Este pastel de almendra con capa de ciruelas es una opción fantástica para disfrutar de un postre casero y afrutado.
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